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Un psicoanalista enamorado de París, que toma al arte como un espacio de juego y libertad muy particular. En sus obras se ve un recorrido inconciente o conciente donde va experimentando en un laberinto desopilante diferentes estilos con sus técnicas que van desde el Renacimiento, pasando por el Impresionismo, el Cubismo, el Expresionismo, el Pop Art, entre otras. Un camino personal y auténtico, que tiene la particularidad de no hacerse cargo de la típica vivencia de la “tortura artística” en el proceso creativo. Su obra demuestra un juego desprejuiciado, sin tratar de demostrar nada, por el puro disfrute de crear y gozar al ver sus obras terminadas. Su interés se despierta por las diversas técnicas como el pintar con plomo, con ferrite, con aguarrás, alquitrán, tinta china, mostrando así su espíritu inquieto y curioso. Carlos se atreve, se anima, sigue adelante con su obra termine bien o mal, a él parece tenerlo sin cuidado, enamorado de la viva experiencia de pintar. Asimismo demuestra su alma aventurera en su disposición para viajar a Francia, pintar como un auténtico bohemio, con sus pinceles y su tela en castillos, en las orillas del Sena ¡cumpliendo el sueño de cualquier artista!
A través de una actitud generosa y abierta al presentar su arte, abre su alma, muestra el libro que lo inspira, y está dispuesto a ser “analizado” por el espectador. Su expresión “cada obra tiene algo para decir” demuestra esa actitud.
Cuando habla de la psiquiatría, toma una posición crítica. Cita a sus grandes maestros, Freud, Lacan, entre otros, toma algunos de sus conceptos y los reinterpreta. Lo mismo hace con sus grandes referentes artísticos tales como Picasso o Monet: los recorre y mientras, adquiere una impronta propia.
Esta es su característica. Une estos dos mundos con su personal manera de abordarla. También su obra tiende puentes hacia otras expresiones artísticas, tales como la ópera, la danza, la literatura, etc.
Cada obra tiene una historia, una vivencia, cercana o lejana, que en algún momento comienza a cobrar vida entre sus pinceles.
Son travail, un jeu sans préjugés
Un psychanalyste amoureux de Paris, qui prend l'art comme un espace de jeu et de liberté. Dans ses œuvres est une excursion où vous styles inconscient connaît différentes techniques, allant de la Renaissance à travers l'Impressionnisme, le Cubisme, l'Expressionnisme, Pop Art, entre autres. Une façon personnelle et authentique, qui est unique au sujet de prendre de l'expérience typique de «l'art torture» dans le processus créatif. Son travail démontre un jeu sans préjugés, pour le pur plaisir de créer et de profiter de voir leurs œuvres fini. Son intérêt est éveillé par diverses techniques telles que la peinture au plomb, avec ferrite, avec de la térébenthine, le goudron, l'encre de Chine, montrant son esprit inquiet et curieux. Il montre également votre âme aventureuse dans leur volonté de se rendre en France, à la peinture comme un vrai bohème, avec ses pinceaux et sa toile dans les châteaux, sur les rives de la Seine, la réalisation du rêve de tout artiste.
Quand il parle de la psychiatrie, prend une position critique, il cite les grands maîtres, Freud, Lacan, entre autres, ce qui rend certains de ses concepts et réinterprétés. La même chose arrive avec les grandes références artistiques tels que Picasso et de Monet: les voyages et donne une impression de leurs propres. Ceci est votre propriété. Unit ces deux mondes avec une façon personnelle de traiter avec elle.
